lunes, 9 de enero de 2012

Tengo ganas de ti.

-Un recuerdo.-
Nieva en Roma. Pero la nieve se deshace antes de tocar el suelo. Nosotros nos sonreímos aún un momento, ella da otro mordisco a su bola de arroz y yo intento besarla... Y después, pluf, precisamente como la nieve, también este recuerdo se deshace.
No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso, Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él. Sin hacerse daño. Así, mucho mejor... Ahora ya ha pasado. La nieve se ha deshecho del todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario