Mentiría si dijera que no podría estar mirándote sin parar durante horas.
Que no puedo parar de hablar de ti, porque en ningún tema de conversación se me viene a mi mente tu nombre.
Mentiría si dijera que no puedo parecer un poco pesada a veces cuando mi único tema de conversación eres tú.
Que tus caricias no son las únicas que me hacen vibrar, y que tus besos no son los únicos que me hacen olvidarme de todo lo que está a nuestro alrededor.
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